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Dogy oy
Dogy oy dio que la pola de su amigo era bastante grande y se puso caliente. El bribón preguntó si el travieso quería tener sexo, y por supuesto dijo que sí en ese momento y los dos empezaron a calentarse. Cachondo el bribón envió al gato a sentarse muy bien encima de la pola dura. El rolo del bribón hizo que la prostituta traviesa disfrutase sabroso, fue una delicia.